Los dados volaban, los restaurantes estaban repletos, y Las Vegas esperaba la reapertura del fin de semana cuando la Ciudad del Pecado regresó después de más de dos meses de cierre debido a las preocupaciones de salud pública en torno a la pandemia de coronavirus.

Los hoteles y las atracciones estaban mucho más ocupados de lo que se esperaba, lo que llevó a muchas compañías de complejos turísticos locales a acelerar los planes para abrir más de sus propiedades en las próximas semanas.

Sin embargo, según los informes de campo de los pisos de los casinos y las concurridas aceras que bordean el Boulevard Las Vegas, pocos visitantes llevaban cubiertas sus caras o practicaban el distanciamiento social, dos precauciones que los funcionarios de salud pública locales y federales han fomentado para frenar la propagación del Covid-19 durante el verano.

En pocas palabras, Las Vegas ha vuelto, pero puede que no sea tan seguro como a los visitantes les gustaría durante estos tiempos difíciles.

“En Las Vegas se trata de que nuestros huéspedes estén despreocupados, pero en los primeros días de la reapertura, parece que puede haber demasiada ‘gratuidad’ y muy poca ‘atención'”, dijo Scott Roeben, propietario de VitalVegas.com, un blog de viajes. “La gente no está siendo imprudente; simplemente no son tan paranoicos como yo esperaba”.