Las máscaras podrían hacer mucho más que una diferencia incremental en la propagación del coronavirus.

Un estudio publicado demostró que el uso generalizado de mascarillas faciales por sí solo podría llevar la transmisión del virus a un nivel manejable y evitar una “segunda ola” de infecciones. Los investigadores descubrieron que llevar una mascarilla facial en público en todo momento es dos veces más eficaz para frenar la propagación del virus que llevar una mascarilla sólo después de que aparezcan los síntomas.

Los autores de ese estudio escribieron: “Estos análisis pueden explicar por qué algunos países, en los que la adopción del uso de la mascarilla facial por parte del público es de alrededor del 100%, han experimentado tasas significativamente más bajas de propagación de covid 19 y de muertes asociadas”.

Como han escrito, a varios meses de la pandemia, las máscaras se han convertido en un potente símbolo político: para los demócratas, son un signo de responsabilidad comunitaria; para los republicanos, señalan intromisión y debilidad.

Hasta ahora, sin embargo, los estudios han indicado que las máscaras podrían ser el método más fácil que tenemos para reducir significativamente la propagación de covid-19.

“No necesitamos estar en equipo de buceo”, dijo Jeffrey Shaman, un epidemiólogo de la Universidad de Columbia. “Aunque no sea una barrera absoluta, una máscara ayuda”.