El término microbiota intestinal hace referencia al conjunto de microbios que habitan nuestros intestinos, entre los que se destacan principalmente las bacterias, algunos protozoos, virus, hongos, etc., los cuales cumplen funciones vitales para la salud humana. También se refiere al conjunto formado por esos microorganismos, junto a sus genes y metabolitos, que habitan el cuerpo humano incluyendo el tracto gastrointestinal, genitourinario, la cavidad oral, la nasofaringe, el tracto respiratorio y la piel.

¿Cuál es su función?

Muchas de sus funciones están relacionadas con la digestión, el mantenimiento del sistema inmunológico, manejo de emociones, gestión del estrés y control del comportamiento.

Sin embargo, la función más conocida de la microbiota es su aporte en el proceso de digestión y asimilación de nutrientes recibidos a través de los alimentos, incluidas las vitaminas K y la fibra. También participa en la producción de energía, ácido fólico y ácidos grasos de cadena corta, entre los que se cuenta el butirato, considerado como el compuesto más prometedor por su alto potencial antitumoral.

¿Por qué se dice que el intestino es la segunda línea de defensas?

A lo largo de todo el tracto intestinal está el tejido linfoide asociado al intestino, el cual representa el 80 % de nuestras defensas. Y, en esa misma ubicación se encuentran los microorganismos vivos que cumplen funciones esenciales para nuestra salud.

Es por esto que es importante mantener una microbiota intestinal sana, para contar con un escudo contra numerosas enfermedades.

El tener una deficiente alimentación, el exceso de alcohol y tabaco, el sedentarismo y el estrés, afectan nuestra microbiota y hace que enfermemos.

¿Qué ocurre cuando la microbiota se altera?

Cuando eso ocurre, aparece lo se conoce como disbiosis, que tiene consecuencias el padecer trastornos digestivos, hinchazón, gases, acidez, estreñimiento, diarrea, y, otras enfermedades más serias como: asma, obesidad, alergias, diabetes, enfermedades autoinmunes, depresión, estrés y hasta cáncer.

¿Qué factores influyen es su composición y funciones?

Influyen muchos factores, entre los cuales están la alimentación, el sedentarismo, el alcohol, hábitos higiénicos, la ingesta de fármacos, especialmente los antibióticos, la edad, el sexo, la forma de nacimiento, la genética, entre otros.

El equilibrio y composición de nuestra microbiota intestinal depende de la forma en que nacemos: parto natural o cesárea, el tipo de alimentación: leche materna o leche de fórmula, el tiempo de gestación, el peso al nacer y hasta las condiciones socioeconómicas del momento.

Entre el segundo y tercer año de vida, y en algunos individuos hasta el quinto año, la microbiota intestinal alcanza su máximo desarrollo para permanecer estable durante toda la infancia y la edad adulta.

En conclusión, se puede afirmar que tener un estilo de vida saludable antes de la concepción y durante la gestación, poco estrés durante el embarazo, buen descanso, una adecuada alimentación y tener un parto natural (en la medida de lo posible), lactancia materna exclusiva durante los primeros 6 meses de vida del bebé, son factores determinantes en la conformación de una microbiota intestinal saludable.