Altos funcionarios federales están explorando en privado si los latinos son los culpables de los picos regionales en los nuevos casos de coronavirus, preguntando en las comunicaciones internas si los mexicanos podrían ser portadores de la enfermedad a través de la frontera, alimentando los brotes domésticos.
El Secretario de Salud y Servicios Humanos Alex Azar y otros en la agencia plantearon el tema repetidamente según notas de reuniones y correos electrónicos que documentan las conversaciones.
“¿Hay algún patrón de inmigración que el DHS esté viendo que apoye la tesis de que la infección podría venir de los mexicanos en la frontera?” Azar preguntó.
Grupos de activistas latinos condenaron la implicación como el último ejemplo de retórica esgrimida para transferir la responsabilidad de los fallos del gobierno a los menos capaces de defenderse.
“La xenofobia que alimenta ese tipo de comunicación es más que atroz”, dijo Domingo García, presidente de la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos.
Durante el fin de semana, los funcionarios de Seguridad Nacional y de salud federal señalaron posibles explicaciones para los picos en Texas, Arizona y Carolina del Norte, además de la inmigración. Sus respuestas por correo electrónico conectaron el aumento de nuevos casos de COVID-19 con la rápida y poco planificada reapertura de los Estados Unidos, que la Casa Blanca ha defendido a pesar de las críticas de los expertos en salud pública.