En el mercado encontramos una gran variedad de yogures, dentro de los cuales están los elaborados con leche entera y los que son descremados.
Un yogur descremado o desnatado tiene las mismas propiedades nutricionales que uno entero, sin embargo, el sabor no es igual, por lo que la industria recurre a saborizantes y otros productos artificiales para que el sabor y la textura sean muy similares al entero.
Ellos compensan la falta de grasa con azúcar, lo que ocasiona que el yogur tenga muchas calorías que pueden acabar convirtiéndose en grasa. Otras marcas, añaden edulcorantes y aromatizantes que mejoran el sabor del producto.
Debemos tener claro que esas sustancias a largo plazo pueden poner en riesgo nuestra salud, por lo que se aconseja no consumir yogures con colorantes, aromatizantes y edulcorantes añadidos.
Desde el punto de vista nutricional, se recomienda consumir yogur natural descremado, aunque el sabor no sea tan agradable como los yogures mencionados antes.
Para mejorar el sabor del yogur natural podemos añadirle las frutas de nuestra preferencia, así como también acompañarlo con pasas o frutos secos.