El aumento de los casos de coronavirus en Florida está creando nuevos dolores de cabeza a los republicanos que se esfuerzan por recaudar dinero y organizar rápidamente una convención política en el estado después de que el presidente Donald Trump abandonara los planes de aceptar la nominación de su partido en Charlotte, Carolina del Norte.

Florida, donde se celebrará el mes que viene la convención a menor escala, es ahora uno de los puntos calientes de la nación por el virus, lo que hace que aumente la preocupación sobre cuántos republicanos viajarán a Jacksonville y se arriesgarán a contagiarse para presenciar el discurso de aceptación de Trump dentro del VyStar Veterans Memorial Arena de la ciudad, con capacidad para 15,000 personas.

Pero la pandemia ha alterado los planes de ambos partidos políticos. El Comité de la Convención Nacional Demócrata ha reducido considerablemente su convención de agosto y ha aconsejado a los delegados estatales que no planeen viajar al lugar de la convención en Milwaukee.

Por el lado republicano, tres senadores republicanos, Chuck Grassley de Iowa, Lamar Alexander de Tennessee y Susan Collins de Maine, dijeron esta semana que se saltarían los eventos en Jacksonville. Grassley, que a sus 86 años es el republicano más antiguo del Senado de los EE.UU., citó específicamente las preocupaciones sobre Covid-19.

Los organizadores de la convención anunciaron que harían pruebas de detección del coronavirus a los asistentes de Jacksonville, pero no dieron detalles sobre los protocolos de prueba. La reunión está programada del 24-27 de agosto, y es probable que Trump pronuncie su discurso de aceptación el último día si los organizadores se atienen al programa original de la convención.