Las Naciones Unidas han pedido al Brasil que ponga fin a todos los desalojos durante la pandemia del Covid-19, casi un mes después de que el presidente del Brasil, Jair Bolsonaro, vetara los esfuerzos del Congreso para hacerlo.

En una declaración, el relator especial de la ONU para la vivienda, Balakrishnan Rajagopal, pidió a Brasil “que ponga fin a todos los desalojos durante la crisis de Covid-19, después de que más de 2,000 familias fueron expulsadas de sus hogares”. Miles más corren el riesgo de ser desalojadas en las ciudades y en el campo en el estado de São Paulo”.

Rajagopal expresó su preocupación por el hecho de que Bolsonaro vetara un esfuerzo del Congreso brasileño por limitar el impacto de los desalojos. El Congreso aún no ha votado un proyecto de ley más amplio que suspendería todos los desalojos judiciales o administrativos durante la pandemia”.

El 11 de junio, Bolsonaro vetó un artículo -que formaba parte de una legislación más amplia- que suspendía, hasta octubre, los desalojos por retraso en el pago del alquiler o por finalización del período de vacante.

Otra ley específicamente sobre la suspensión de los desalojos durante la pandemia fue presentada al Congreso de Brasil el 18 de marzo y está a la espera de ser votada.

Rajagopal dijo que los desalojos representan un riesgo para la salud debido a la pandemia del Covid-19 y añadió que “algunos tribunales están suspendiendo las órdenes de desalojo hasta que la crisis sanitaria haya terminado, otros siguen emitiendo nuevas órdenes”.

La declaración del Relator Especial de la ONU llega cuando el número total de casos de Covid-19 en Brasil supera los 1.7 millones y el país vio su mayor tasa de mortalidad semanal el 8 de julio, con un promedio de 1,047 en los siete días transcurridos desde el 1 de julio.

Hace una semana, en comparación, el promedio fue de 972 muertes diarias.