La demanda alega que la alcaldesa Keisha Lance Bottoms (D) carecía de autoridad para implementar un requisito de máscara y que debía obedecer las órdenes ejecutivas de Kemp, incluyendo una que prohíbe explícitamente a los municipios promulgar sus propias ordenanzas sobre el cubrimiento del rostro.
En la demanda de Kemp también se pide al tribunal que revoque la orden del 10 de julio de Bottoms de que la ciudad vuelva a la fase 1 de reapertura, que exige que las personas vuelvan a refugiarse en sus casas y que los restaurantes cierren sus comedores.
La orden ejecutiva más reciente de Kemp intenta anular los mandatos de uso de máscaras existentes en más de una docena de ciudades o condados.