Muchas veces las personas son criticadas cuando dicen una mala palabra, pero según la ciencia existen beneficios por decir groserías. Así lo manifiesta Richard Stephens, psicólogo de la Universidad de Keele en Inglaterra, quien realizó un estudio a 67 estudiantes en el que obtuvo resultados interesantes.

A continuación te los compartimos:

Demuestra que eres una persona saludable. Cuando decimos malas palabras, nuestra circulación en la sangre se acelera, segregando endorfinas y haciéndonos sentir plenos. Es importante no confundirlo con el enojo, ya que es algo totalmente diferente.

No te hace una persona vulgar. Socialmente existe la creencia que cuando las personas dicen groserías es porque les falta vocabulario, pero el estudio afirma que no tiene ninguna relación con el intelecto.

Te hace sentir más fuerte. Maldecir aumenta nuestra confianza, porque le resta importancia a las cosas que te hacen sentir débil y ayuda a tener mayor control sobre nuestras reacciones.

Es importante que tengas en cuenta que hay espacios para todo y no siempre puedes estar diciendo groserías.