Al principio de la llamada del vicepresidente Mike Pence a los gobernadores de la nación, ofreció un respaldo total al uso de máscaras y al distanciamiento público y social como formas de reducir la propagación del coronavirus – medidas que el Presidente Trump no ha llegado a ordenar a nivel nacional.

Citando la disminución de casos en Arizona, Pence enumeró los pasos, empezando por las máscaras, que han ayudado a mejorar la situación.

“Lo que hemos encontrado es que las máscaras, el cierre de los bares interiores, la disminución de la capacidad de los comedores interiores al 25%, el distanciamiento social continuo y los mensajes sobre higiene personal están, según el modelo, disminuyendo drásticamente el índice de propagación en la comunidad”, dijo.

Esas acciones son “un claro ejemplo de la transmisión de la ciencia a la acción y la prueba de que esto funciona”, dijo Pence.

Al principio de la llamada, Pence dijo a los gobernadores que contaban con el apoyo “incondicional” de la Casa Blanca para tomar medidas que limiten la propagación del coronavirus.

“Tienen nuestro apoyo total e incondicional para las medidas que están tomando en su estado”, dijo.

“Bajo la dirección del presidente Trump, estamos llevando a cabo una respuesta nacional que es apoyada federalmente, administrada por el estado y ejecutada localmente”, dijo Pence. “Estamos aquí para apoyar los pasos que ustedes consideren apropiados”.

Pence destacó los esfuerzos para enviar kits de pruebas de punto de atención a cada hogar de ancianos en los EE.UU. (algo que ya se ha hecho público) y señaló el viaje de esta semana a Carolina del Sur, Indiana y Massachusetts.

Dijo que si los gobernadores consideraban que sería útil que él u otro miembro del grupo de trabajo viajara a su estado, estaban listos para salir.

“Habiendo sido un exgobernador, conozco el valor de, particularmente, educar al público sobre sus esfuerzos”, dijo. “Estaremos allí y podremos salir muy rápidamente.”