Muchas personas evitan usar el microondas para cocinar o calentar los alimentos con el argumento que se pierden muchos de los nutrientes en este proceso. Y, ¿es cierto?
Los especialistas dicen que lo que se debe de tener en cuenta cuando cocinamos es la temperatura máxima de cocción que utilizamos y NO los mecanismos que empleamos.
Por esa razón, realmente al calentar en microondas se da una pérdida mínima de nutrientes en los alimentos.
Cocinar un alimento implica varios aspectos como el tiempo de cocción, el total de líquido que se utilice y la temperatura. Entre más tiempo se cocine, a mayor temperatura y más líquido se filtre, mayor será la cantidad de nutrientes que perderán nuestros alimentos.
La clave está en cómo cocinamos y no en qué lo hacemos.
COCCIÓN
Cuando utilizamos el microondas, los alimentos se calientan todos a la vez, porque sus ondas hacen vibrar de manera uniforme el agua y las moléculas presentes en la comida. La cocción se hará en menor tiempo y podrá conservar mejor sus beneficios.
Cuando utilizamos una olla, un sartén o un horno convencional, primero se cocina el exterior y poco a poco el interior, y, si la llama está muy alta, el alimento podría quemarse por fuera y quedar crudo por dentro.
Como la cocción va de afuera hacia adentro, probablemente necesitaremos más calor para que todo se cocine bien y al estar sometido a mayor temperatura, perderá nutrientes.
Para preservar los nutrientes es importante cocinar:
- En el menor tiempo posible
- Con menor temperatura
- Con poca agua.