El nuevo esfuerzo de auto-preservación política del Presidente Donald Trump para mostrar que tiene un control sobre una pandemia que está matando a cientos de estadounidenses cada día está siendo expuesto por su negativa a compartir el escenario con los expertos científicos.

En un día que dejó al descubierto su estrategia de campaña reformada, Trump elaboró una dura campaña de ley y orden, intensificó la Guerra Fría con China y trató de demostrar que está manejando la lucha contra el Covid-19 después de semanas de abandono.

Con una encuesta que lo muestra 20 puntos por debajo del presunto nominado demócrata Joe Biden en cuanto a quién puede manejar mejor la situación, Trump ha dado el raro paso de realizar una reversión parcial – en el uso de máscaras – aunque todavía está reacio a modelar una en público. También decidió que la negación rotunda de la peor crisis de salud pública en 100 años no estaba funcionando y ha vuelto a la sala de reuniones de la Casa Blanca para hacer girar el desastre lo mejor que pueda.