La donación de 2 millones de dosis de hidroxicloroquina a Brasil, uno de los pocos países que aún recomiendan la droga para el Covid-19, ha permanecido casi intacta desde su llegada, según dijeron las autoridades brasileñas. Grandes cantidades de las píldoras todavía están almacenadas en la ciudad de São Paulo, y un ex ministro de salud cree que eventualmente tendrán que ser destruidas.
El destino de las píldoras en Brasil es apropiado dada su inutilidad médica contra el Covid-19: Estudio tras estudio ha demostrado que la hidroxicloroquina no funciona para tratar el coronavirus, y puede ser perjudicial. Sin embargo, el presidente brasileño Jair Bolsonaro insiste en que la hidroxicloroquina le ayudó a recuperarse de una infección de dos semanas, y el Ministerio de Salud de Brasil aconseja que los médicos prescriban el fármaco para tratar casos leves, incluso en mujeres embarazadas. Mientras tanto, el número de infecciones por coronavirus en el país se está disparando.