Un perro como mascota se vuelve parte de la familia y es por eso que cuando parten es tan doloroso como cuando un familiar fallece.

Las hormonas y sustancias químicas que se activan y nos hacen sentir amados y conectados con otras personas, también se liberan cuando vemos a nuestro perro. Compartimos años a su lado y se vuelve parte importante de nuestra familia.

¿Por qué podemos tardar más tiempo en superar la pérdida de la mascota?

Cuando un familiar muere, hacemos un proceso de duelo; faltamos al trabajo, durante algún tiempo dejamos de hacer cosas y hay personas que nos acompañan en nuestro dolor, es decir, tenemos apoyo emocional y algunas veces buscamos ayuda profesional para superar la pérdida. 

En cambio, cuando nuestra mascota muere, el proceso no es igual, posiblemente escucharás frases como “ya lo superarás, sólo era un perro”. Adicionalmente, no podemos darnos unos días para faltar al trabajo y los demás no ven la situación como la vemos nosotros, por lo que debemos reprimir las emociones y lidiar con el dolor solos.

Parte del duelo por la partida de tu perro está relacionado con la pérdida de un amor incondicional y hay una interrupción de la rutina diaria. Nuestra vida está ligada a la de la mascota, y programamos nuestro día incluyendo a nuestro perro, por ejemplo, salimos a trabajar y él se queda en casa, llegamos al final del día y él nos recibe con mucho amor y alegría, es nuestra compañía y cuando todo ese orden se pierde nos sentimos completamente desolados.

Es importante vivir el duelo de nuestra mascota, debemos ser comprensivos con nosotros mismos y enfrentarlo como se haría con otro ser querido.