Los casos relacionados con COVID-19 están golpeando cada vez más cerca de casa. Un impactante 71 por ciento de los pacientes de COVID-19 en el condado de San Bernardino, California, entre mediados de junio y mediados de julio dijeron que estaban en una reunión familiar dos semanas antes de su diagnóstico.
228 personas de las 319 entrevistadas por los rastreadores de contactos, dijeron que asistieron a una gran reunión, según el Departamento de Salud del condado.
Casi la mitad (44%) de los nuevos casos de COVID-19 en el estado de Maryland se remontan a reuniones familiares, en comparación con el 23% de las fiestas en casa y el 21% de los eventos celebrados al aire libre. Y al menos 41 casos en Carolina del Norte fueron rastreados a grandes reuniones familiares, según The Charlotte Observer.
Las familias pueden estar desesperadas por reunirse después de haber estado separadas durante meses, pero los funcionarios de salud instan a no hacerlo porque puede potencialmente propagar el virus de manera asintomática a los parientes más viejos y vulnerables.
“Todavía estamos en una pandemia global”, dijo el Dr. Matt Heinz, médico e internista de un hospital con sede en Tucson, Arizona. “No tenemos una terapia curativa y no tenemos una vacuna, así que el riesgo no ha cambiado. Con quienquiera que estés, ya sea con tu familia o con un grupo de amigos, debe haber una estricta aplicación del distanciamiento social, máscaras en todo momento y trabajo para evitar estar en el interior”.
