No hay pruebas de que se pueda obtener COVID-19 del agua. Pero como el virus puede permanecer en las superficies, los expertos dicen que hay que evitar las fuentes si es posible o limitar cualquier contacto directo al usarlas.

En la ciudad de Nueva York, por ejemplo, los carteles instruyen a la gente a usar guantes o un pañuelo para encender las fuentes de agua. Si no los tiene a mano y necesita tocar la fuente, los expertos recomiendan lavarse las manos después y evitar tocarse la cara hasta que lo haga. Y no debes dejar que tu cara toque el grifo cuando te inclines para beber.

Llenar una botella de agua también es mejor que beber directamente de la fuente, dice Angela Rasmussen, investigadora de virus de la Universidad de Columbia. Eso ayuda a asegurar que no dejes saliva en la fuente, haciéndola más segura para los demás.

Se recomiendan las precauciones porque se cree que las superficies contribuyen a la propagación de COVID-19, aunque los expertos dicen que la principal forma en que se propaga el virus es a través de las gotitas que la gente rocía cuando habla, tose o estornuda.

Para minimizar el contacto directo con las fuentes, las escuelas y los negocios deben alentar a todos a traer su propia agua de casa, dice el Centro de Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos. Las fuentes deben seguir siendo limpiadas y desinfectadas para aquellos que necesitan usarlas, según la agencia.