El jefe de Correos Louis DeJoy cambió de rumbo, diciendo que todos los cambios que se estaban haciendo en el Servicio Postal se suspenderían hasta después de las elecciones del 3 de noviembre, justo cuando 20 estados demócratas anunciaron planes para presentar demandas federales.
DeJoy dijo que algunas de las decisiones aplazadas significan que las horas de venta al público en las oficinas de correos no cambiarán, el equipo de procesamiento de correo y las cajas de recolección azules permanecerán en su lugar y no se cerrarán las instalaciones de procesamiento de correo.
Al menos 20 fiscales generales demócratas de todo el país están lanzando un esfuerzo legal múltiple para hacer retroceder los recientes cambios que interrumpieron la entrega de correo en todo el país y provocaron acusaciones de que Trump y sus designados están tratando de socavar la votación por correo.
Los fiscales generales demócratas planean argumentar que DeJoy está cambiando ilegalmente los procedimientos de correo antes de las elecciones de 2020, ya que la Oficina de Correos se prepara para un número inusualmente alto de votos por correo, ya que los votantes buscan evitar emitir votos en centros de votación donde podrían contraer el coronavirus.
El USPS y DeJoy han mantenido que los cambios tienen como objetivo mejorar la grave situación financiera de la agencia. DeJoy también rechaza las acusaciones de que hizo estos cambios a instancias de Trump.
El Secretario de Estado de California, Alex Padilla, dijo después del anuncio que su oficina “continuará monitoreando cualquier signo de interrupción del servicio”, e instó a USPS a dar marcha atrás permanentemente en los cambios.
“No basta con suspender simplemente los cambios operacionales, es necesario revertirlos. No debe haber cortes en el servicio postal, particularmente durante esta pandemia”, dijo en una declaración.
Pelosi también dijo el martes que la legislación del Servicio Postal que los demócratas están a punto de introducir pronto incluirá su petición inicial de 25 mil millones de dólares, junto con el proyecto de ley de la representante Carolyn Maloney que prohíbe los cambios operativos, que el presidente dijo que sigue siendo necesario incluso después del anuncio de DeJoy.
“No quiero dar a los republicanos ninguna razón para votar en contra de esto, porque queremos que se convierta en ley”, dijo. “Queremos que el presidente lo firme”.
