La mayoría de los adultos estamos encerrados en la burbuja del trabajo y múltiples deberes, que hacen que sólo queramos llegar a casa a descansar.
Muchas veces nos molesta la bulla y la algarabía de un niño, pero no podemos pretender que el niño se comporte como un adulto, ya que es una manera de negarle su infancia. Así que recuerda, no hay niño difícil, sino que es difícil ser niño en un mundo lleno de gente ocupada, con prisa, cansada y sin paciencia para educar amorosamente.
Cuando tenemos un hijo, aumentan las preocupaciones y las responsabilidades, y nos vemos obligado a esforzarnos mucho más que antes para que no le falte nada. Pero ¿le estamos dando suficiente amor y tiempo de calidad?
Llegar cansado y estresado del trabajo, además de otros problemas que nunca faltan, hacen que al llegar a casa al final del día, simplemente queramos estar tranquilos, pero los niños son inquietos y hacen ruido, además, la efusividad y la energía del niño puede llegar a molestarnos en esos momentos y queremos que se comporte como un adulto, olvidando que solo es un pequeño que está viviendo su infancia y no podemos pretender que madure antes de tiempo.
Para un desarrollo sano y feliz, un niño necesita jugar con sus padres y con sus amigos, gritar, reír, explorar, salir a pasear y el pequeño sólo anhela que sus padres lleguen a casa para jugar con ellos.
No intentemos convertir a un hijo en un robot, y que permanezca sentado en un sitio sin moverse ni hablar para que tener tranquilidad y mantener la casa ordenada.
Es obligación de los padres cuidar de su hijo pequeño, hacer todo lo posible para que tenga una infancia maravillosa, ya que esa etapa nunca vuelve. Que el niño recuerde los momentos felices que compartieron y no solo los regaños que recibieron para que permaneciera en silencio y señalándole sus fallas. Se debe educar con amor y paciencia.
Nadie está exento de problemas, por lo que se hace necesario dejar afuera las dificultades y permitir que los niños muestren su energía y alegría. Intentemos ver el mundo como ellos lo ven.