Una cosa está clara cuando los republicanos convocaron su convención nacional esta semana: Este es ahora el partido del Presidente Donald Trump. La pregunta es si puede sobrevivir en esa forma en un país que crecerá irreversiblemente más diverso a partir del 2020.
Comparado con la convención republicana de 2016, que se vio afectada por una tensión no resuelta y una resistencia al ascenso de Trump, la evidente ausencia de disidencia en el evento de este año subraya cómo el Presidente ha marcado el partido con su marca registrada como si fuera uno de sus rascacielos en el centro de la ciudad. La elección del partido de no pasar por una plataforma y en su lugar aprobar una breve declaración en la que se declara que “apoyará con entusiasmo el programa del Presidente para los Estados Unidos” es un testimonio de su triunfo.
En el proceso, Trump ha impuesto una apuesta distintiva al GOP. Ha aumentado su confianza en las personas y lugares menos tocados por – y más resistentes a – los sísmicos cambios demográficos, culturales y económicos que rehacen América, mientras que acelera el retiro del partido en los lugares, y entre las personas, que más acogen esos cambios. Cada vez hay más pruebas de que en noviembre, el GOP podría retroceder más hacia sus fortalezas y perder más terreno en la diversa y creciente América metropolitana, incluso si Trump encuentra una manera de superar sus persistentes déficits en las encuestas nacionales al nominado demócrata Joe Biden.
El enigma que enfrenta el GOP será visible en el apasionado apoyo al Presidente que se muestra esta semana. A medida que los votantes que antes eran de tendencia republicana y que no pueden soportar a Trump se alejan del partido – una dinámica que los demócratas destacaron la semana pasada al presentar a tantos republicanos prominentes en su propia convención – lo que queda son los más vinculados al enfoque polarizador de Trump. Eso hará difícil construir una coalición para cambiar de dirección si Trump pierde este otoño, incluso si se lleva consigo a la mayoría del Senado republicano.