Después de que la Administración de Drogas y Alimentos ofreciera datos poco fiables para justificar su aprobación del plasma sanguíneo para el tratamiento de COVID-19, algunos científicos están preocupados de que la agencia pueda ceder a la presión para aprobar una vacuna contra el coronavirus antes de que se pruebe completamente.
El domingo, el presidente Donald Trump anunció que la FDA había emitido una autorización de uso de emergencia para el plasma sanguíneo. El presidente, el Secretario de Salud y Servicios Humanos y el jefe de la FDA dijeron que el tratamiento redujo las muertes de los pacientes de COVID-19 en un 35%.
Esto no era cierto y los científicos inmediatamente cuestionaron las afirmaciones de la FDA sobre los datos.
“Vieron cómo el presidente de los Estados Unidos intimidaba a la FDA para que aprobara algo que no querían aprobar antes, porque él quería que lo hicieran”, dijo el Dr. Paul Offit, director del Centro de Educación sobre Vacunas del Hospital Infantil de Filadelfia, en una entrevista en línea con el editor del Journal of the American Medical Association.