Isaac Levy, dueño de la marca de joyería Yvel, recibió como encargo de un cliente anónimo que vive en los Estados Unidos, la creación del tapabocas más caro del mundo: 1.5 millones de dólares.
Su cliente es un coleccionista de arte chino y Levy dice que más que ostentación, lo que quiere su cliente es una obra de arte.
El tapabocas será elaborado con oro de 18 quilates y adornado con 3.600 diamantes blancos y negros. El tapabocas estará equipado con un filtro N99 para contar con un alto nivel de protección.
El joyero describió a su cliente como un hombre joven, encantador, extrovertido y sobre todo muy rico y que busca destacarse.
En la elaboración de la mascarilla trabaja un equipo de 25 artesanos y estará terminada en octubre.
Para mucha gente en el mundo, esta mascarilla simplemente es una excentricidad, pero para Levy, es una forma de proteger los puestos de trabajo de sus empleados.