En lugar de entregar la comida directamente en la puerta de los clientes, los aviones no tripulados llevarán la comida a un lugar central y los conductores cubrirán la “última milla”
El servicio de entrega de alimentos con base en América Latina, iFood, está listo para comenzar la entrega de drones en Brasil. La Agencia Nacional de Aviación Civil del país ha concedido la plena aprobación reglamentaria para que la empresa opere dos rutas en la ciudad de Caminas. Se eligió esta ciudad porque está cerca de la sede de iFood en Osasco, donde la empresa realiza una gran cantidad de negocios.
Para suministrar los aviones no tripulados y la tecnología de entrega, iFood se ha asociado con la empresa francesa de aviones no tripulados Speedbird Aero. El dron de entrega pesa 9 kg y puede transportar hasta 2 kg en una distancia de hasta 2,5 km desde el punto de despegue, a una altura de 120 metros. El desarrollo del equipo y la tecnología se llevó a cabo en Francia por un equipo de cuatro ingenieros.
En lugar de entregar la comida directamente en la puerta de los clientes, el sistema utilizará los aviones teledirigidos para transportar la comida desde un patio de comidas en el centro comercial de Igautemi Campinas, a un centro a unos 400 m de distancia. Desde allí, los conductores recogerán la comida y cubrirán el “último kilómetro”. Este enfoque híbrido permitirá a iFood maximizar la eficiencia de los aviones teledirigidos, que pueden llevar la comida al centro en unos 2 minutos.
Según el cofundador de Speedbird, Samuel Salomão, la empresa ubicada en Franca desarrolló el dron y la tecnología de entrega y esperó poco más de un año para obtener la certificación de la ANAC. “Fue desarrollado en Brasil, por ingenieros brasileños, bajo la guía de especialistas en regulación aeronáutica, con un sistema 100% automatizado y enfocado al transporte de cargas ligeras”, dice.
Las entregas de drones han estado recibiendo la aprobación de la regulación en los mercados de todo el mundo. Si las entregas por avión teledirigido pudieran combinarse con una entrega en el último kilómetro con un vehículo eléctrico, podría acabar reduciendo drásticamente tanto la congestión como las emisiones.