Todos sabemos que uno de los principales grupos de personas de los contendientes en la lucha por la presidencia en los Estados Unidos está en la comunidad hispana, y justamente es Florida, el estado de la Unión Americana con una incierta intención de voto, es hogar de más de un millón de portorriqueños. ¿cómo atraer su atención? Pues con Bad Bunny.
Tanto Biden como Trump, han estado manteniendo una batalla donde la música ha representado una de las armas secretas.
Los demócratas fueron los primeros que iniciaron el fuego con un mensaje de 30 segundos hace unos días con el tema del conejito malo “Pero Ya No”, acompañado del hashtag #RompeConTrump, dirigido, claro, a los votantes hispanos para llevar la idea de que Trump simplemente ya no está trabajando por los votantes hispanos
La respuesta republicana llegó el lunes: un video con la letra de Bad Bunny de una canción diferente que dice: “Hola, ¿quién soy?” fue puesto en marcha como una forma de contrarrestar el anuncio de los demócratas y representar al oponente de Trump como senil y olvidadizo.
Los videos, dicen los expertos, son un intento de mostrar qué tan bien las campañas entienden a sus propios seguidores hispanos en estados indecisos con grandes poblaciones latinas.
El anuncio de Biden, de 26 millones de dólares en Florida, Arizona y Pensilvania, presenta imágenes de partidarios de Trump vitoreando en las gradas y luego cambia a imágenes de asientos vacíos en el estadio. Se observan escenas con niños inmigrantes en jaulas y la conocida escena que enfureció a muchos en una iglesia de Puerto Rico después del huracán María en 2017 donde el presidente arrojaba papel a una multitud
El anuncio de respuesta de Trump es un clip corto con una canción diferente de Bad Bunny titulada “RLNDT”, que se basa en la historia del caso de un niño desaparecido en Puerto Rico, un niño llamado Rolandito que desapareció en 1999 y nunca fue encontrado. La canción trata sobre la preocupación del cantante de haber perdido su propósito en su rápido ascenso a la fama. En el anuncio, el coro repasa una recopilación de imágenes de Biden rascándose la frente y luciendo confundido. La campaña de Biden solicitó permiso para usar la canción al equipo legal de Bad Bunny. En el caso de Trump se cree que no lo hizo.