Uno de los temas que más despertaron curiosidad tras el fallecimiento de Joan Sebastian en 2015 fue la herencia que dejaría y la repartición de la misma. Durante los últimos cinco años los medios de comunicación han aprovechado cada oportunidad para tocar el tema con la gente cercana y los posibles herederos del “Rey del Jaripeo”, tratando de develar algún detalle o encontrar la primicia noticiosa, en la mayoría de los casos, sin éxito, pero eso sí, generando más y más especulación al respecto.
Hoy, conocemos el tamaño de la herencia de Joan, pero sobre todo, finalmente sabemos quiénes son los únicos coherederos que participarán de la última voluntad del cantante previo a su partida. Antes se habló de la falta de claridad en el testamento del “Poeta del pueblo”, pero algo que quedó claro desde que el tema saltó a los titulares, que en vida, Joan Sebastian no quería que sus hijos y descendencia se pelearan por acceder a lo que él, con el trabajo de toda una vida, había generado.
Finalmente, la voluntad de José Manuel Figueroa está por cumplirse dentro de los procesos que estipula la ley. Y parece que las cosas son más sencillas de lo que nos habíamos imaginado: Cipriano Sotelo, abogado de la sucesión testamentaria del cantautor, declaró que “hay 51 propiedades a nombre del artista”, la cuales están ubicadas en los estados de Guerrero, Morelos y Veracruz y que, deberán ser repartidas en partes iguales entre los nueve herederos.
En entrevista para una famosa revista de espectáculos el abogado mencionó: “Se llamará a todos los coherederos para decirles cuáles son los inmuebles, saber qué valor tienen y, si alguno está interesado, para que los demás obtengan un inmueble con el mismo valor, y si es menor, darles la diferencia con otros inmuebles. Si no los quiere ninguno, se ponen a la venta y se reparte el dinero. La repartición tendrá que ser exactamente idéntica.”
Esta última frase parece englobar de la mejor manera lo que el “Poeta de Juliantla” quería para su familia y, al final, parece que los herederos, sus hijos José Manuel, Julián, Zarelea, Joana, D’Yave y Juliana, además de sus nietos (los hijos de los también fallecidos Trigo y Juan Sebastián), y Claudia Alina (su última pareja), honrarán la memoria de este ídolo mexicano. De momento nadie parece inconforme, por ahora todo parece estar en orden, vaya, si esta acción legal se consuma en 2021, estaremos ante un caso (medianamente) insólito, para los estándares mediáticos que estos casos suelen alcanzar.
Tenemos el caso de Juan Gabriel, otro ídolo mexicano (también de “grandes ligas”), cuyo testamento sigue generando polémica a cuatro años de su muerte. Sus herederos no se ponen de acuerdo con la repartición de bienes, siguen saliendo interesados, y aquellos considerados en el testamento del “Divo de Juárez” siguen inconformes por las decisiones tomadas en vida por el cantante.
Por ahora, la historia de la herencia de Joan Sebastian recién escribió, de manera oficial, su primera página y de permanecer todo en el mismo renglón, esta historia podría poner punto final al libro de historias románticas, escandalosas y sórdidas del cantante. Al final, podríamos tener una conclusión digna de la memoria de Joan, con su legado y memoria intactas, ¿se podrá?… sólo el tiempo lo dirá.
Por lo pronto, hubo un pequeño avance en cuanto al museo dedicado a la vida y la trayectoria de Joan Sebastian, del mismo que desde hace años se ha hablado sin llegar a nada en concreto. Se edificará en su amada Juliantla, Guerrero, y de entrada, ya el gobierno del estado está en plena disposición para cooperar en el proyecto.
Finalmente, es el mismo órgano gubernamental quien dio luz verde para reeditar el libro con el que la Secretaría de Cultura del Gobierno del estado de Guerrero rindió homenaje al poeta. Así, poco a poco empezamos a ver acciones reales para inmortalizar el legado de Joan Sebastian, el único que debería de llamar nuestra atención y del cual siempre valdrá la pena hablar, porque el dinero, las propiedades, vaya, lo material, va y viene (excepto cuando hablamos de 51 propiedades).