No hay leyes que te digan lo que tienes que hacer, pero todo el mundo conoce las reglas. Usa tu máscara, mantén la distancia, desinfecta tus manos, haz que te revisen la temperatura. No toques, no grites. No animes en los partidos de fútbol, y no grites en los parques de atracciones.
Puede sonar como una visión distópica de un futuro infectado por la plaga de la última serie de Netflix, pero también resulta ser la solución de Japón a uno de los problemas más acuciantes a los que se enfrenta el mundo hoy en día: cómo coexistir con el coronavirus.
Con las infecciones disminuyendo, incluso cuando aumentan en todo el mundo, Japón piensa que podría haber descifrado finalmente el código del coronavirus.
La ciencia inteligente y la presión de los pares se han combinado para mantener el virus bajo control sin sanciones legales o un bloqueo formal. El país está buscando ese esquivo punto medio entre la represión china y la permisividad sueca, presentándose como un modelo para lo que el asesor de la Casa Blanca sobre coronavirus, Anthony S. Fauci, llama la nueva era de las pandemias.
“Desde el principio, hemos tratado de suprimir la transmisión en la medida de lo posible, manteniendo al mismo tiempo las oportunidades sociales y económicas”, dijo Hitoshi Oshitani, profesor de virología de la Universidad de Tohoku, que ha sido uno de los principales asesores del gobierno sobre la pandemia.