El Covid-19 ha devastado la economía mundial y ha obligado a los gobiernos de todo el mundo a invertir billones en el esfuerzo de recuperación.
La pandemia podría haber sido el momento decisivo en la lucha contra el cambio climático, una oportunidad para que los líderes rescaten el medio ambiente y giren el planeta hacia un futuro más verde.
En cambio, se ha descubierto que algunos de los mayores países productores de combustibles fósiles están inyectando el dinero de los contribuyentes en el apoyo a las industrias contaminantes. Y nuevos datos muestran que estas decisiones están llevando al mundo un paso más cerca de una catástrofe climática.
“Esta es la única oportunidad que tenemos”, dijo el profesor Niklas Höhne, socio fundador del Instituto NewClimate, un grupo de expertos en clima, y coautor de un próximo estudio del Climate Action Tracker.
La investigación muestra que el mundo está muy por detrás de sus ya insuficientes objetivos de limitar el calentamiento global a menos de 2 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales y de proseguir los esfuerzos para limitarlo a 1.5 grados.