Es inevitable preguntarse cuando somos víctimas de infidelidad ¿por qué?
Y las razones son muchas: insatisfacción sexual, sentimental, falta de atención y consideración, rutina y muchas más.
Muchas personas son incapaces de perdonar una infidelidad, mientras otras siguen adelante con la relación, pero no perdonan lo ocurrido, y eso se manifestará de alguna manera.
El escritor, Juan Tonelli, explica lo que pasa en una relación después de perdonar una infidelidad.
Primero que todo, dice que perdonar una infidelidad es posible y hasta deseable, ya que la infidelidad forma parte de la vida especialmente en parejas que llevan muchos años juntos; y, si dejamos a nuestra pareja porque nos fue infiel, nos exponemos a cambiar de pareja con mucha frecuencia.
El perdón no es un sentimiento, sino un acto de voluntad. Consiste en soltar y renunciar al deseo de venganza y de odio hacia el otro.
La razón para perdonar y olvidar es por nosotros mismos, para no vivir amargados y llenos de resentimiento.
Se debe escuchar al otro sin juzgarlo, y así se pueden entender las razones de ese comportamiento.
Una infidelidad es una oportunidad para conocerse mejor, para aclarar los malentendidos. La oportunidad de la infidelidad es la de crecer en intimidad de diálogo, estar menos solos, porque no hay peor soledad que aquella que sentimos cuando estamos con alguien. Saber que el otro conoce nuestras sombras, miserias y secretos y que aun así elige estar a nuestro lado.